Las ajetreadas fases de una nueva etapa
¡Por fin puedo dar el pistoletazo de salida! comienza la nueva etapa en De morros con el 2.0 y sinceramente, si hubiera sabido la que tendría que liar para dar vida a este proyecto, no sé si me hubiera atrevido. Lo bueno, es que me gusta ir sobre la marcha y eso es lo que ha hecho que haya podido enfrentar los trompazos conforme iban llegando, aunque te reconozco, que más de uno, me ha dado de lleno 😉
La vida no debería ser un viaje hacia la tumba, con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bonito y bien conservado, sino más bien llegar derrapando de lado, entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado y proclamar en voz alta: ¡uf, vaya viajecito!
Hunter S. Thompson
La primera vez que leí esta frase, me pareció muy poética e inspiradora, pero una cosa es leerla y tocar las palmas al grito de ¡carpe diem, a comerse el mundo! y otra cosa es vivirla en tus carnes, hasta límites insospechados…
Porque desde la primera vez que hablé con mi hermano de un proyecto en común ha llovido mucho, pero desde que decidimos embarcarnos en la aventura y llevarlo a cabo, yo ya no sé ni el tiempo que hace afuera, porque casi no despego la nariz del ordenador.
Y es que embarcarse en un proyecto profesional no es fácil ni rápido. [piopialo]Cualquiera puede crear una web o abrir un blog, pero dar los pasos necesarios para lograr una marca sólida que logre los resultados deseados, es otro cantar.[/piopialo]
A finales de agosto comenzamos con el proyecto y desde entonces, no he hablado mucho de su desarrollo, más que nada, porque no me gusta contar detalles cuando aún están en el aire. De hecho, al final, no ha salido como esperaba y hemos decidido trabajar nuestros proyectos por separado, pero cada etapa, me ha servido para evolucionar y tener más claras mis metas.
Ahora es el momento de contarte pelos y señales todas las fases que he sufrido, porque creo que mi experiencia te puede ayudar para tu propio proyecto. Así que busca un sitio cómodo y saca las palomitas, porque no me voy a dejar nada en el tintero (ni siquiera los trapos sucios).
1ª fase: definiendo objetivos
Si a uno ya le cuesta aclararse consigo mismo, imagina cuando hay dos boquitas aportando ideas y marcando condiciones. Reconozco que he trabajado poco en equipo y que la cabezonería la llevamos de herencia, así que al principio, costó un poco ponerse de acuerdo en algunos puntos como:
El nombre
Mi hermano ya tenía su propia web con la que había trabajado para varios clientes, diseñando sus páginas webs, pero yo era más conocida y aunque llevaba pocos meses con el blog de manera pública, me costaba cerrar algo en lo que había trabajado casi 2 años de manera interna. Así que tras una larga conversación, alegando cada uno sus motivos de peso, cedió él y pude conservar la marca en la que tantas ilusiones he proyectado.
El público
Cuando comencé a trabajar en mi blog de manera privada, hablaba de manera general en mis contenidos. Es decir, a todos y a nadie, porque no quería perder oportunidades con la segmentación. Este es el clásico error en el que caen muchos cuando empiezan: querer vender pipas, hasta al que no tiene dientes. Me costó centrarme en un solo público e incluso crear un perfil único al que hablar en mis contenidos, pero Maider me hizo entrar en razón, cuando hice su curso Escribir para vender.
Así que cuando por fin tuve claro a quién me dirigía y comencé a hacer contenidos para “esa persona” me topé otra vez con la labor de volver a definir nuestro público. Al igual que yo me encuentro más cómoda trabajando en proyectos femeninos, mi hermano se mueve con más soltura en diseños masculinos o unisex. Y lo entiendo completamente, además , pienso que esto es lo bueno de una fusión, que cada cual aporta aptitudes que al otro le faltan.
Aunque debo reconocer que uno de los aspectos que más me ha aliviado en la decisión de separar nuestros proyectos, es conservar mi modelo de público: chicas que quieren emprender en la red y desarrollar su marca.
La identidad corporativa
La verdad es que mi hermano, me dió mucho margen en la identidad de marca , al fin y al cabo es una de las partes de las que yo me iba a encargar en nuestro servicio de diseño web, pero me costó trabajito conservar “casi” los mismos tonos de mi anterior etapa. Entiendo que el rosa le tirara para atrás, de hecho, a algunos lectores del blog, también le pasa. Por eso le he rebajado tonos, pero son mis colores corporativos y cuando los elegí, no lo hice a la ligera, así que los he defendido a capa y espada.
El rediseño del logotipo, también tuvo su miga. Tenía claro que quería cambiarlo. Hacía tiempo que no me sentía muy a gusto con él. Conforme vas evolucionando y aprendiendo, tus conceptos evolucionan contigo y necesitaba algo más minimalista.
De la identidad corporativa, te hablaré con detalle en otra ocasión, más que nada, para que no te pille la entrada del nuevo año, leyendo el post.
Los servicios y productos
Esta fue una de las partes más arduas, sin lugar a dudas. Él tiene sus puntos fuertes y yo los míos.
- Los suyos son el manejo de WordPress, con todo lo que esto conlleva (hosting, dominio, gestión de plugins y plantillas, arquitectura de la web).
- Los míos, el diseño gráfico, la gestión de redes sociales, la redacción de contenidos, el marketing y la creación de recursos para la marca.
Juntos somos la bomba, pero en el sentido más literal de la palabra, porque cada uno quería enfocar la propuesta comercial a su terreno. Llegar a un equilibrio en el que ambas partes, se encontraran y encajaran como un puzzle, fue lo que detonó esa bomba y lo que hizo que decidiéramos tomar caminos separados.
Pide, pide por ese piquito….
Moraleja: si nunca has trabajado en equipo, tienes que valorar los pros y los contras de una cooperación. Si las ventajas pesan más que las desventajas, haz todo lo posible por mantener a raya los puntos de choque: razona, empatiza y aprende a ceder. [piopialo]Trabajar en equipo, significa entender que tus ideas no siempre son las mejores y que “cuestiones innegociables” pueden tratarse con diálogo y voluntad.[/piopialo]
2ª fase: ¡al turrón!
Pero hasta llegar a la decisión que hemos tomado, ha habido todo un proceso de elaboración de proyecto. En primer lugar, tocaba elegir plantilla, plugins y la estructura de las páginas que iban a conformar la web. Yo soy de personalizar hasta los botes de champú, así que, aunque parta de un diseño base, siempre acabo adaptando la estructura a mis necesidades y no al revés. La consecuencia directa es una maquetación de contenido, triplemente laboriosa.
Si a esto le sumamos el trabajo de redacción y diseño de los recursos visuales de cada página, uno de los procesos que en principio debía de darnos menos faena, se transformó en una misión “pelín” complicada. Sobre todo porque queriendo evitar darle la tabarra a mi hermano con mis exigencias, me vine arriba y decidí hacerlo yo…
Si en Blogger hago lo que me da la gana, aquí también…!!!
Moraleja: ¿conoces la canción: ay Manolete, ay Manolete, si no sabes torear pa qué te metes?.Pues con eso te lo digo todo. Trata de adaptarte a tus posibilidades, sobre todo, si no dominas completamente la tarea que te has impuesto y es otro el que se encarga de hacerlo por ti, porque te puede costar dinero y dolores de cabeza varios…
3ª fase: Yo, yo misma y mi nivel de exigencia
Lo he dicho en más de una ocasión, sé que es mi talón de Aquiles y trabajo duro para mantenerla a raya, pero no veas como se las gasta la moza…
Soy muy crítica con mi trabajo y hasta que no me siento “medianamente orgullosa” no paro. Y claro, esto hace que un proyecto se eternice hasta el punto de convertirse en el día de la marmota.
A menudo siento que estoy continuamente en una cinta de correr: quedo exhausta, pero siempre estoy en el mismo punto.
Así se gestó la Hoja de ruta para emprender online
Todo empezó con la idea de regalar a los clientes que compraran el pack de diseño web, algo interesante que les sirviera para desarrollar mejor la gestión de su página. Lo primero que se me ocurrió fue algo sencillo, como un vídeo para que supieran manejar el escritorio de WordPress, sin muchos dolores de cabeza.
Pero claro, llegó doña “nunca tengo bastante” y empezó a calentarme la mollera … a ver chica, piensa. Te diriges a emprendedores que quieren desarrollar su proyecto a través del medio online. Son personas que no tienen mucha idea de cómo trabajar su marca o moverse en redes sociales… ¿de verdad les vas a entregar la página y dejar que se apañen como puedan? ¡ja, no te lo crees ni tú!
Y ahí me tienes, trabajando en una guía con la que trazar la hoja de ruta más efectiva, para llegar a la meta profesional. La elaboración, que en un principio creía (alma cándida) no me iba a ocupar más de 3-4 días, evolucionó en 160 pgs que me llevaron un mes.
Pero no me podía olvidar de mi comunidad
Una vez terminé de hacerla, llegó otra vez la doña con su verborrea… a ver corazón…una cosita, ya que te has currado esta super guía, qué menos que hacerle un resumen a tus suscriptores, que para eso están en la comunidad, mujer, para recibir contenido exclusivo y de calidad. Además les has tenido más de un mes a palo seco, se merecen una recompensa por la paciencia, digo yo…
Pues venga, vamos a hacer un resumen “ligerito”… ya que lo haces, ponlo bonito, mete vídeos, que hacen más comprensible el mensaje y ayudan a que recuerden mejor lo que han aprendido. No seas simple, chica!
La verdad es que después, me quedé contenta con el resultado, pero mi entusiasmo bajó, cuando caí en la cuenta de que les dije a mis lectores que me ausentaría por 3 semanas y ya pasaba de largo el mes… había que acelerar más la maquinaria.
Más novedades en la Comunidad Demo 2.0
En esto llegó el cumpleaños de mi peque (siete añazos, qué rápido pasa el tiempo leñes) y quería hacerle un cumple especial: porque se lo merece y además tiene una madre que sabe hacerlo, así que, qué narices, vamos a apretar un poquillo más las tuercas… oye, psshsss! que digo yo, que ya que estás diseñando los adornitos del cumpleaños, aprovecha para grabarlo y lo compartes con tu comunidad. Sabes que a la mayoría les pirra diseñar, así que les va a encantar un mini curso para aprender a personalizar sus cumpleaños. Además, vendrá genial para promocionar tu curso de Candy Bar con Photoshop, que por otra parte hija mía, a ver si te das brillo y le metes caña, que vas un poco atrasadilla…
Sé que estás pensando que ya me faltan varios tornillos, pero es que es para volverse loca. A mí me tiene hasta las narices mi nivel de exigencia, pero no sé cómo se lo monta, para volver una y otra vez y conseguir que la escuche, cada vez que la mando a freir espárragos.
Tras la sequía, llega la lluvia de contenidos
Ahora mismo la tengo al ladito, sugiriéndome que escriba mínimo 4 artículos para que las visitas tengan algo que leer cuando aterricen en el blog… y que sean medianamente buenos, por favor, que después de tantas semanas, no les vayas a aburrir como una ostra ¡que se van y no vuelven!. Y acuérdate del tío este, el Yoast, que no veas lo exigente que es el ca..brito, que para que te ponga el semáforo en verde, tienes que hacer el pinopuente con una mano, mientras comes palomitas con la otra y le recitas el quijote en arameo…no veas el nivel de porculómetro que tiene el perla ¿verdad?
Un instinto asesino, empieza a expandirse libremente por todo mi cuerpo para llenar hasta el último orificio, pero como estrangularla no es posible, voy a intentar hacer oídos sordos y seguir a lo mío.
No sé por qué te pones así chica…estás un pelín susceptible!
Moraleja: [piopialo]Si tu nivel de exigencia se te sube a la chepa, tardarás infinitamente más de lo deseado, en cumplir tu objetivo.[/piopialo] A veces, es preferible buscar cinta americana y taparle la boca: ya irás perfeccionando sobre la marcha. No es fácil, pero practica por la cuenta que te trae…
4ª fase: Ahora vas y lo enlazas
Por supuesto, cuando piensas que lo tienes “casi” todo acabado, queda una de las tareas más duras: enlazar, optimizar y reducir considerablemente el peso de la web.
Durante todo este tiempo de creación, has puesto y has quitado como te ha dado la gana, has añadido 300 imágenes que no vas usar, has dejado páginas y plugins, campar a sus anchas ( por si acaso). Pero llega la hora de verdad y tienes que hacer más limpieza que el ayuntamiento de Buñol, el día después de La Tomatina:
- comprobar que todos los enlaces funcionen y lleven a la dirección correcta.
- eliminar páginas, plantillas y plugins, que vienen por defecto y no vas a usar.
- optimizar imágenes y textos, para que la web no tarde en aparecer en buscadores.
- revisar el texto, faltas de ortografía, coherencia, peso visual…
- diseñar nuevas portadas para tus redes sociales.
- reescribir los datos de cada red social y añadir el nuevo dominio.
- si tienes canal de Youtube, registrar el nuevo dominio como propiedad en tu canal, para que te deje introducir enlaces en los vídeos, hacia tu nuevo hogar.
Y ya que estoy con el canal de Youtube… ¡ay la osa! tendrás que hacer una nueva intro para los vídeos, no? o vas a seguir con la que tenías? porque como hagas eso, no guardas coherencia…venga mujer, eso lo haces tú en un ratito…
Además, si conservas el blog antiguo, como es mi caso, tienes que prepararlo para que notifique a las nuevas visitas, el cambio de dominio y enlace correctamente hacia dónde te interese, lo cual, tampoco es moco de pavo.
Nivel de saturación ultra sensible
Moraleja: toda acción tiene sus consecuencias, así que con “la que has liado pollito”, a última hora, no lo vayas a estropear. Respira, pilla una libreta y apunta hasta tu nombre, para que no se te olvide. Ve punto por punto y cuando esté, pues lanza y respira. Pero “keep calm” en esta etapa, porque puede echar al traste, todo el trabajo que has creado.
5ª fase: Cambio de esquemas
Pero aún quedaba la peor parte…
En medio de todo el proceso final, empezamos a discutir cada vez más. Sobre todo en el tema de la elaboración de productos y servicios. Ahí fue cuando definitivamente fui consciente de lo que realmente quería hacer y lo que no.
Cuando comencé en esto, la falta de medios para pagar a personas que hicieran lo que necesitaba me hizo aprender a hacer casi de todo. Es verdad que con algunas cosas disfrutaba mas que con otras. Pero el hecho de saber hacerlas, me hacía no querer cerrarme oportunidades de trabajo.
Una vez que incorporamos el servicio de Diseño web y fui consciente de lo suponía, empecé a ver más claro que yo no quería implicarme en un proceso de creación web, que llevara semanas y me impidiera, desarrollar mi servicio de diseño gráfico y mis productos.
Sabía que de la misma manera que he tenido que dejar casi por completo la creación y difusión de contenidos o la elaboración de propuestas comerciales, para implicarme en este nuevo proyecto, tendría que hacerlo con los clientes. Y así fue como inconscientemente, comencé a luchar por desarrollar más el diseño gráfico que el web, cuando ya estaba todo montado.
Me sentía muy agobiada con todo el proceso y no quería que eso se convirtiera en mi trabajo. Evidentemente mi hermano, no quería tirar por ahí. El se había implicado conmigo, para desarrollar sus conocimientos a mi lado y ahí empezaron los roces.

Más de una vez, estuve tentada de tirar la toalla, de pleno y no volver a abrir un ordenador en lo que me quedara de vida. Llegué a un punto de saturación tal, que todo me daba igual. Lo único que deseaba era tranquilidad, llevaba más de dos meses, con el culo pegado a la silla, frente al ordenador. Incluso los días de fiesta.
Mi hija comenzó a decirme, que no trabajara tanto, que echaba de menos pasar tiempo conmigo. Eso fue lo que más dolió, porque sólo tiene 7 años. Todo esto, sumado a que no quería de ninguna manera que la relación con mi hermano, se resintiera por esto, hizo que nos sentáramos a hablar con total sinceridad.
No fue fácil. Trabajar tanto tiempo y con tanta intensidad en un proyecto y ver que las bases eran tan frágiles, que todo lo creado se desmorona en un momento, es duro de asumir.
Pero sin duda, es la mejor decisión que hemos tomado. Ahora que somos más libres para hacer y deshacer a nuestro antojo, nos ayudamos más. Y los dos sabemos, que nos vamos a tener para echarnos un cable cuando lo que necesitemos.
Como colofón final, todo el periplo, me pasó factura en la salud y he estado más de una semana con una gripe que no me dejaba prácticamente hablar, ni centrarme en el nuevo planteamiento de la web.
Conclusión
Aunque todo proyecto tiene su parte emocionante, hay etapas que te dejarán como un trapo. Lo importante es disfrutar el recorrido y tener presente que cada pequeño paso, te acerca un poco más a tu meta. Y sobre todo, que tras una travesía de este calibre, no volverás a ser la misma persona. Habrás crecido tanto de manera profesional, como personal, porque vas a mirar a tus fortalezas y debilidades a la cara y descubrirás que puedes con mucho más de lo que te veías capaz.
Ahora, con las magulladuras aún escociendo, agradezco cada situación por la que he pasado. En estos casi 4 meses, he aprendido más que en los 4 años que llevo en este camino. Sobre todo a nivel personal. Y estoy convencida de que si he toreado esto, estoy preparada para lo que venga. De hecho, estoy deseando comenzar. Mi nivel de exigencia, espera que te haya encantado el resultado, yo me conformo con que te ayude en el planteamiento de tus metas o al menos, que hayas disfrutado con la lectura y tengas ganas de volver a por más 😉
Que tengas un gran día!
P.D: estoy deseando conocer qué te parece la nueva web y qué opinas de todo lo que te he contado, así que nada me haría más ilusión que poder charlar contigo en los comentarios, no me dejes esperando, que me quedo más loca.
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